Rodrigo González es un nombre conocido en el mundo del jazz en Chile. Con una carrera de varias décadas, ha logrado combinar su pasión por la música con su vocación como docente de UNIACC, en la carrera Traducción e Interpretariado Bilingüe. En esta entrevista, nos comparte sus reflexiones sobre su viaje musical, los desafíos que ha enfrentado y su visión sobre el estado actual del jazz en Chile.
Inicios y descubrimiento del jazz
Rodrigo no creció rodeado de jazz. De hecho, en su hogar predominaban géneros como el folclore, la música clásica y el tango. Fue en la adolescencia cuando, a través de una radio que transmitía este género, comenzó a familiarizarse con sus sonidos. Lo que más le fascinó fue la libertad que ofrecía el jazz: “Al interpretarlas uno se volvía casi un coautor”, comenta, refiriéndose a la capacidad de improvisar y aportar un toque personal a cada interpretación.
Los primeros pasos en la música
La evolución de su estilo vocal
Rodrigo admite que ha basado su técnica vocal en gran medida en su habilidad natural, aunque reconoce que podría haberse exigido más en su formación. A lo largo de los años, ha aprendido sobre la marcha, enfrentándose a diferentes desafíos musicales, desde dúos hasta cantar con una big band de 22 músicos. “Aprendí a regular mi material vocal y a adaptar mi instrumento a las circunstancias”, asegura el cantante por naturaleza, quien ve la experiencia en el escenario como una de sus mayores maestras.
Colaboraciones y trabajo en conjunto
Una de las habilidades que ha perfeccionado a lo largo de su carrera es el trabajo en equipo. Ya sea en presentaciones íntimas con un pequeño grupo o en escenarios con grandes bandas, el cantante sabe adaptarse a las dinámicas y aportar lo necesario para el éxito de la actuación. “Me gusta presentarme como vocalista, pero no en el sentido de que canto solo”, comenta. Para él, cada miembro de la banda tiene su momento para brillar, y su papel como líder es facilitar esa sinergia.
Un proceso de aprendizaje continuo
Para Rodrigo, la preparación vocal y creativa es constante. Su método se basa en escuchar y aprender de otros estilos musicales, como el bolero y la bossa nova. Sin embargo, siempre busca mantener su autenticidad al interpretar cada género. “Intento respetar el estilo para que mi interpretación suene genuina”, explica. A pesar de no contar con un coach vocal en este momento, es consciente de la importancia de recibir retroalimentación objetiva para seguir mejorando.
El estado del jazz en Chile
Rodrigo cree que el jazz en Chile está viviendo un auge positivo, con ciclos y festivales dedicados al género en varias partes del país. Sin embargo, no todo es ideal. Según él, se sigue cayendo en el patrón de repetir los mismos nombres en los carteles de los festivales, lo que deja fuera a músicos con una trayectoria sólida pero menos conocidos. Para él, es fundamental encontrar un equilibrio entre la tradición y las nuevas propuestas, y darle oportunidad a artistas que realmente representen la escena del jazz chileno.
La importancia de los idiomas en la música
Además de su carrera musical, Rodrigo es profesor de la carrera Traducción e Interpretariado Bilingüe, y considera que el dominio de varios lenguajes enriquece su capacidad interpretativa. “Hay una música en el idioma en sí”, comenta. El hecho de entender lo que está cantando en diferentes idiomas le permite darle más sentido y profundidad a sus interpretaciones. Cantar en portugués o alemán, por ejemplo, no solo es una cuestión estética para él, sino también una forma de conectarse con la cultura y el significado detrás de cada letra.
El equilibrio entre la docencia y la música
A sus 63 años, ha logrado un equilibrio entre su pasión por la música y su carrera docente. Aunque reconoce que ser más activo en redes sociales le ayudaría a promocionar su trabajo musical, se siente cómodo con la vida que ha construido. Para él, la docencia y la música no son actividades excluyentes, sino que ambas se nutren mutuamente. “Hay una dinámica que se repite cuando estás frente a una clase y cuando estás en el escenario”, reflexiona.
Con una carrera marcada por la autenticidad y el compromiso, Rodrigo González sigue buscando nuevas oportunidades para llevar su música a más escenarios, tanto en Chile como en el extranjero. Aunque se define como una persona reservada, su pasión por el jazz y la enseñanza lo mantiene activo y en constante evolución. Para Rodrigo, el verdadero éxito radica en disfrutar cada presentación, ya sea ante veinte personas o cuatro mil, siempre con la misma dedicación y amor por lo que hace.