Realidades y desafíos del psicólogo clínico frente a las expectativas del contexto de la política pública

El día sábado 20 de abril, se llevó a cabo una charla con el equipo que conforma el Programa de Salud Mental de CAPSI – practicantes, pasante y coordinador – con el primer invitado del presente año 2024, el psicólogo y profesor de UNIACC, el sr. Carlos Andrés Reyes González, en donde se abordaron aproximaciones reflexivas que deberían tenerse en consideración frente al contexto del rol del psicólogo en las políticas públicas y cómo hay una necesidad de entender este rol más allá de un enfoque exclusivamente científico y técnico.

Vale precisar que, el señor Reyes es Licenciado en Psicología Universidad Católica del Norte, Magíster en Filosofía en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y Magíster en Ciencias Políticas en la Universidad Tecnológica Metropolitana. Actualmente es candidato a Doctor del programa de filosofía contemporánea y estudios clásicos de la Universidad de Barcelona, España.

Psicologo Carlos Reyes

Durante la charla, subrayó la importancia de explorar nuevas perspectivas en psicología a partir de la comprensión de las políticas públicas y del contexto político chileno. Destacó que este aspecto suele ser pasado por alto en el ámbito de la psicología política en Chile. Es un tema que considera “invisibilizado”: “Tenemos un serio problema en nuestra relación con la política pública”, enfatiza. Compartió su experiencia personal como profesional en el ámbito de la política pública, destacando desafíos y frustraciones que enfrentan los profesionales de las ciencias sociales en el sector público (muchos de los cuáles, son psicólogos jóvenes recién egresados).

Señaló que el sistema suele esperar a que estos profesionales trabajen por “vocación” y por “conciencia social”, enfrentando una carga laboral y cultural significativa (pues, por una parte aparecen como la cara visible de un Estado preponderantemente delegativo, sin ser ellos mismo parte del Estado). Relató que el trabajo público de un psicólogo, sea este en salud, educación o derechos de infancia, implica posicionarse desde “un rol sacrificial” que es avalado por la misma política pública.

Por otra parte, afirma que la política pública asume el rol de los psicólogos desde su enfoque principalmente positivista, posición destaca, que asume que el contexto del descubrimiento (entiéndase por ello el lugar social y cultural de un investigador) no impacta en la ciencia, y, por lo tanto, la ciencia se asume como objetiva y “des-contaminada” de los contextos culturales. A esta mirada la denomina como “enfoque higienista” de trabajo social. Reconoce dicha posición como una “fantasía” impuesta a partir de los cimientos más básicos de la formación académica que se imparte en las universidades. Cita, de hecho, a Freud, para enfatizar como el mismo psicoanálisis ya en sus comienzos siempre se pensó desde este enfoque, pese a que tiene un notable acercamiento con la filosofía más metafísica.

De esta manera enfatiza que, la psicología per se tiende a inclinarse hacia la ciencia más positivista, que en su caso está muy en sintonía con la formación psicológica norteamericana. Ello concluye convierte a los psicólogos en una “fuerza política poco relevante”, incluso, reconoce, que por esa razón del contexto de falta de comprensión política es la razón por la que al sector estatal chileno “le conviene” tener psicólogos en espacios de política pública, desde una posición elementalmente “instrumental” de nuestra profesión.

 

Inevitablemente, lo descrito nos lleva al asunto de la “despolitización” que ha caracterizado a una parte de la psicología en nuestro país, destacando cómo esta perspectiva limita la comprensión de los fenómenos políticos y sociales que influyen en el trabajo de los psicólogos en el ámbito público, y cómo, inevitablemente y dentro del mismo sector público, hay un “conflicto” entre la perspectiva humanista vs la perspectiva política, perspectiva política de la que, argumenta él, tiene mucho que ver con la idiosincrasia estructural y el contexto político chileno que data incluso a partir de acontecimientos históricos que han marcado significativamente su identidad y forma.

Impacto de los psicólogos

Políticamente hablando, asegura que Chile es un país marcado por la polarización ideológica y por lo mismo particularmente “fóbico” en este aspecto. Destaca que incluso entidades en las que los psicólogos podrían tener mayor influencia en el contexto de los derechos laborales, como bien lo es el Colegio de Psicólogos, ciertamente, argumenta él, es una asociación gremial que no ha tenido mucho impacto.

Por ultimo refiere, que la falta de transparencia y “perversidad” que existe dentro del mismo sistema público, sustentado en una política de subvenciones, adultera la calidad del trabajo, tensionando a los profesionales en mantener “usuarios” por la necesidad también de mantener sus programas. Situación transversal dice a toda la política pública chilena.

En definitiva, la charla con el profesor Carlos Reyes deja entrever desafíos y tensiones que enfrentan los psicólogos (clínicos y de otras áreas) en el contexto de la política pública en Chile. Sus reflexiones ofrecen una visión crítica y necesaria sobre la realidad que enfrentan estos profesionales y la importancia de abordar estos temas.

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