Óscar Garcés, el alumno de Artes Visuales que inmortalizó a Gabriela Mistral en Italia

Estudiando en la NABA (Nueva Academia de Bellas Artes) de Roma, las posibilidades de Óscar Garcés solo parecieran crecer y crecer. Como alumno de intercambio perteneciente a la escuela de Artes Visuales de nuestra universidad, la experiencia en la capital italiana le ha dado una nueva perspectiva, además de permitirle participar en importantes proyectos como es el caso de “25 de noviembre” (www.25noviembre.org) en su onceava versión 2022, en donde fue convocado para realizar una obra de arte urbano en relación a la mujer, la que se viene a sumar a más de 280 intervenciones urbanas en 17 ciudades de Italia.

Para lograr su objetivo, desarrolló junto a su esposa Arlette un mural en homenaje a Gabriela Mistral y un ensayo conocido de la poetisa conocido como: “Menos cóndor y más huemul”. Según cuenta Óscar, dicho proyecto artístico comenzó en el 2012, y se realiza una vez por año, donde se realizan obras de arte urbano en distintas ciudades de Italia, con el sentido de concientizar en relación a la realidad de la violencia en contra de la mujer. El programa ha convocado artistas de distintos países; entre los cuales están Italia, Argentina, Portugal, China, Alemania, Brasil, España, Irán y ahora Chile.

“La experiencia fue increíble, nos trataron muy bien durante las jornadas de trabajo, con alojamiento y comida, todo pagado. Incluso fuimos invitados a una ceremonia de inauguración donde mi compañera de vida leyó el ensayo de Gabriela Mistral en el cual se basó la idea del mural, además el ensayo fue también leído por una mujer italiana, para que todos los presentes pudieran entender su contenido. En ese día de inauguración también participaron niñas y niños de las escuelas cercanas, lo que le dio más sentido aún al mural, a la comunidad y al lugar, ya que la obra se realizó en el acceso principal de la biblioteca comunal”, dice Óscar sobre la obra realizada en la comuna de Fondi, localidad ubicada justo al medio entre Roma y Napolés. Además, cabe destacar que el proyecto de museo abierto tuvo cobertura tanto del municipio como de la prensa local.

Consultado por su experiencia estudiando en Roma, Óscar cuenta que “en un inicio me tocó compartir con quienes también vienen de intercambio Erasmus siendo principalmente de países como Alemania, Polonia, Francia, Gran Bretaña, y Estados Unidos. Latinos solamente somos dos, una chica mexicana que vino a la carrera de textil y yo a pintura, siendo el único de intercambio para esa carrera. En la escuela de bellas artes tuve cuatro ramos junto a alumnos del tercer año en italiano con profesores que poseen una visión muy actualizada y contemporánea del arte, lo que los hace motivarnos a seguir una línea centrada en el presente del arte y su realidad, siendo conscientes de sus cambios y significados”.

Junto con la alta participación en las clases y los consejos que dan los profesores, a Óscar le sorprendió la disponibilidad de materiales de todo tipo, además de un taller de serigrafía, y fotografía 2D para las obras. “En este sentido mi primer trabajo de taller de pintura lo realicé en acrílico, lo cual el profesor consideró que era un borrador, por lo que una vez finalizado me pidió realizarlo en óleo, lo que pienso es una gran oportunidad, ya que Italia tiene una historia pictórica muy rica, por lo que permitirme la oportunidad de aprender nuevamente esta técnica”.

-¿Cómo es ser el único sudamericano dentro de un curso donde hay estudiantes de todas partes de Europa?

“De parte de mis compañeras y compañeros y también para mis profesores fue muy interesante que sea sudamericano, ya que les llama mucho la atención nuestra cultura y quieren saber de ella. A nivel personal, en un comienzo me sentí pequeño al ver que todos hablan otro idioma, pero la preparación bien valió la pena y al mostrar mi trabajo como pintor urbano me permitió contar más de nuestra historia y de nuestra cultura. Por momentos hay muchas cosas que no sé y que no conozco, y vi que mis compañeras y compañeros italianos tienen una cultura general artística muy amplia pese a ser jóvenes, lo que deja entrever el gran capital cultural que tienen como país, por su basta historia artística de tantos años, que incluso nosotros estudiamos como ejemplo en Chile. Otra cosa importante es que la mayoría de mis compañeras y compañeros hablan italiano e inglés, es muy común, en las clases ver cosas en inglés, videos y entrevistas, incluso en uno de los ramos estamos trabajamos nuestros portafolios en nuestra lengua nativa y además en inglés obligatoriamente”.

-¿Qué es lo que buscas aprender allá en tu formación como artista?

“En pintura retomé la pintura al óleo, que no realizaba hace mucho tiempo, y me tiene muy contento ya que no recordaba lo versátil que es como material. Además, estoy aprendiendo de su manera de ver el arte, notando que tienen una visión muy distinta a la nuestra en Sudamérica, dada su vasta cultura artística e histórica, por lo que siento que es una gran oportunidad para reinventarme. Con todo lo que traigo desde Chile y con todo lo que estoy aprendiendo acá, busco desarrollar mi propio lenguaje, identitario y genuino. Y por último busco poder consolidar mi oficio, para poder vivir bien del arte, entendiendo que es una carrera que en Chile vive muchas dificultades. En ese sentido espero aprender y profesionalizar mi oficio como pintor y artista; el desafío es grande, pero estoy poniendo todo lo mejor de mí para que así sea”.

-¿Qué es lo que más te ha sorprendido de Roma, cuáles son tus lugares favoritos?

“Me ha sorprendido el valor que se le da a lo antiguo y a su historia, mantienen gran parte de los edificios antiguos, como lugares turísticos, a los que le sacan mucho partido, su manutención forma parte de sus leyes. Como pintor urbano he estado buscando lugares para pintar, pero no es fácil, ya que casi todo es considerado un bien nacional. Otra cosa es que existen muchísimas galerías de arte y museos, el panorama cultural es inagotable. Dentro de mis lugares favoritos el principal sería el río Tíber, el que es el tercer río más largo de Italia, y tengo la suerte de atravesarlo todos los días al ir a la Academia, lo cual es muy inspirador, ya que tiene un color verde muy particular y sus riberas están cubiertas de vegetación, además de tener fauna muy presente. Otros lugares que me han gustado mucho son el Coliseo y sus alrededores, y el parque Villa Doria Pamphilj, un lugar hermoso y muy grande, con una laguna llena de animales, que da la posibilidad de conectarse con la naturaleza y relajarse”.

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