Para el académico Alfonso Barahona, el concepto de computación en la nube “va mucho más allá que una nube. Existen plataformas como Netflix, cuya nube está en Amazon, y otras como Google Drive, de almacenamiento. Pero también existen otras herramientas y servicios en la nube; por ejemplo, hoy no tienes necesidad de comprar la licencia de Office, sino que tienes una cuenta y acceso a correo electrónico y servicios y aplicaciones de software”.
El docente de Universidad UNIACC fue el 5 de diciembre uno de los participantes en el Ciclo de Conversaciones de la Escuela de Informática, el que en la ocasión se centró en la computación en la nube. En la actividad, transmitida vía streaming, también estuvo el director de la mencionada Escuela, Patricio Salgado.
Barahona -ingeniero de Ejecución en Electricidad, mención Electrónica y Telecomunicaciones- explicó que en el concepto de computación en la nube, las empresas pueden administrar plataformas de forma externa: “Podemos tener una infraestructura y servicios virtualizados alojados en la nube, en un data center de alguno de los proveedores de servicio”.
En la computación en la nube o cloud computing, el docente afirmó que las organizaciones “traspasan, de alguna manera, lo que son los costos fijos a costos variables”.
“Cuando hablamos de diseñar una red o una aplicación, muchas veces no sabemos cuánta demanda vamos a tener y qué capacidad debe tener el servidor; en la nube, muchas veces no hay problemas, porque si tengo alta demanda de una aplicación, basta hablar con el proveedor y, con un par de clics, aumentar la capacidad de almacenamiento y procesamiento”, aseguró.
Barahona precisó que la nube se compone de estructuras físicas o data center, “donde existen miles de dispositivos interconectados. Tienen lo que se llama zonas geográficas, donde existen réplicas de la información. Puede existir un data center ubicado en una ciudad particular y existe otro en una ciudad distinta, en caso de alguna catástrofe natural. En el caso de Amazon, se habla de zonas de disponibilidad. Eso pasa cuando almacenas un archivo en una nube y puede ser replicado en otras zonas de disponibilidad. Por si fallara el data center o equipamiento, la información o plataforma está replicada en otro lugar”.
El docente expresó que “tenemos que distinguir las nubes privadas, las nubes públicas y las nubes híbridas. Una empresa puede tener una estructura propia en sus instalaciones, pero puede tener un respaldo almacenado en la nube, lo que sería como una nube híbrida. También existen ciertos servicios que están en la nube y ciertos servicios que están en la plataforma de la empresa. Hay organizaciones que, por temas regulatorios, se les exige que la información esté físicamente en un determinado lugar, no puede estar todo en la nube”.
Universidad UNIACC