“Muchas veces los agresores, en términos psicológicos, son personas intachables en términos sociales, pero en lo privado tienen un comportamiento discrepante. Eso intimida a una víctima, porque su primera reacción es ‘¿Quién me va a creer?’”, afirmó el psicólogo Carlos Cifuentes, en Universidad UNIACC.
El 6 de septiembre, las Escuelas de Derecho, Psicología y Trabajo Social organizaron el coloquio “Procedimientos de protección y violencia intrafamiliar desde la mirada psicosocial-jurídico”, el que fue impartido por Cifuentes, magíster en Gestión Educativa, de la Universidad Europea de Madrid; y el abogado Jaime Fuica, académico de las asignaturas de Derecho Procesal y Derecho de Familia en Universidad UNIACC.
En Avenida Salvador 1200, Providencia, Cifuentes explicó que “la violencia está inserta en un contexto de interacciones, independiente del género, del nivel socioeconómico y del nivel educativo”.
“La conceptualización de violencia como una interacción dinámica, implica la posibilidad de cambio (…) si nosotros no entendemos que esto depende netamente de las personas involucradas en esta dinámica, no tenemos noción de cambio. Porque si nosotros consideramos al agresor como la persona que comete el acto violento, ¿está ahí puesta la acción? (…) Al incorporar la violencia como un proceso de interacciones dinámicas, damos a la víctima la posibilidad de poder interrumpir, independiente de la conducta del agresor”, explicó.
“La violencia no es un problema de puertas adentro (…) la violencia tiene que ver con un modelo social de relación (…) Ese hombre que es violento no necesariamente tiene una historia de violencia (…) Hay un modelo multicausal, donde tenemos que generar un sistema de protección integral (…) incluyendo los ámbitos psicológico, físico, cognitivos y social. Hay que activar todas las redes”, advirtió Cifuentes.
El psicólogo identificó como escenarios de la violencia intrafamiliar el aspecto conyugal, el abuso físico, el abuso emocional, el abuso sexual, y también las formas pasivas, como el ignorar a alguien.
“La violencia muchas veces está en nuestro contexto y no la vemos”, aseguró Cifuentes, quien también identificó como factores del círculo de la agresión el aislamiento, la negación, la culpa y la minimización de las acciones violentas.
A su vez, el abogado Jaime Fuica, aseguró que la violencia se encuentra “naturalizada” desde la época de Andrés Bello, al punto que el Código Civil y las posteriores leyes “justificaban los castigos, correctivos y todo lo que aquello implicaba hacia los menores. Hoy eso no rige”.
Asimismo, Fuica especificó que, según datos 2017 del Ministerio Público, los mayores receptores de violencia son niños y niñas, con 72,3% de incidencia; las mujeres con 35,7%; y los adultos mayores con 19,8%.
Respecto de los tipos de maltrato, el académico detalló el físico; el económico, que se puede producir al negar o condicionar el dinero para la mantención propia y/o de hijos; el psicológico; y el sexual.
Sobre quienes pueden realizar las denuncias respectivas, Fuica mencionó que puede hacerlo la víctima o cualquier persona que tenga conocimiento de alguien que haya sufrido violencia intrafamiliar, sea o no pariente de la víctima. La denuncia se puede realizar ante Carabineros o ante Tribunales de Familia, de manera verbal o escrita, o ante la Fiscalía cuando se trate de casos mayores de violencia.
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Universidad UNIACC