El Decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Artes Visuales, Juan Luis Ramírez, participó como arquitecto y contraparte especializada, invitado por la Fundación Yamana Gold, en la propuesta para el “Diseño de Arquitectura, Ingeniería y Especialidades del Centro de Salud Familiar para la comuna de Alhué”, diseño financiado por esta fundación y trabajado en conjunto con la Ilustre Municipalidad de Alhué.
Se trabajó en una primera etapa; invitando a una licitación privada a oficinas expertas en infraestructuras de salud, participando un número importante de oficinas de arquitectura. En una segunda etapa del proceso, seleccionada la oficina experta, se trabajó con Guixé arquitectos SPA, la DOM en colaboración con la SECPLAC del Municipio de Alhué y la unidad técnica del Servicio de Salud Metropolitano Occidente SSMO, para dar cumplimiento a todas las exigencias y aprobaciones finales, así como con los vistos buenos por parte del servicio de salud y sus normativas, de la OGUC y las ordenanzas municipales locales, en la propuesta arquitectónica y especialidades del proyecto, su elaboración y preparación para su posterior licitación pública de la construcción del Centro de Salud Familiar con fondos públicos de los recursos sectoriales del Ministerio de Salud.
El Proyecto se enmarcó en los planes de salud para la comuna de la Provincia de Melipilla en la Región Metropolitana, con el impulso del municipio local en sus gestiones a nivel regional y ministerial, y así concretar fondos para su materialización. Es un proyecto complejo por sus especialidades de apoyo comunitario con enfoque en la medicina familiar, para la atención de enfermedades crónicas, entre otras.
En esta circunstancia de pandemia, los Cesfam están apoyando en su seguimiento el tema del COVID-19, razón por la cual es importante que su proceso de construcción llegue a un buen término, para venir a reforzar la emergencia sanitaria.
Su desarrollo se encuentra, a la fecha, en proceso de término de su obra gruesa. También, es importante destacar la relación de ayuda mutua público-privada que funcionó eficientemente articulado por la gestión municipal, como un objetivo claro para el beneficio de esta comunidad rural, en donde los recursos para el diseño fueron aportados por la Fundación Yamana Gold, mientras que los de construcción fueron gestionados por el municipio local, postulando a los fondos públicos de los recursos sectoriales del Ministerio de Salud, presentando un proyecto bien desarrollado arquitectónicamente con sus especialidades muy bien resueltas en 1.500 mt2 apróx.
Estos proyectos de salud vienen a fortalecer los servicios a la comunidad en la atención primaria de la zona, para cerca de 10.000 habitantes, con mayor fuerza ahora en esta contingencia de la crisis sanitaria del COVID-19.
Para nuestro decano los desafíos de participar como arquitecto invitado, con un rol de responsabilidad social, técnica y de coordinación como contraparte del diseño y parte integrante especializada en el trabajo colaborativo con una oficina experta en salud, la DOM municipal y la unidad técnica del servicio de salud occidente SSMO, “son valiosos por la experiencia lograda, ya que al estar vinculado a la academia se puede tener una mirada más concreta de la práctica profesional de nuestra disciplina, asociada a las metodologías colaborativas del trabajo proyectual, de gestión y coordinación, puesto que estos aprendizajes internalizados son importantes para traspasarlos a nuestros estudiantes, debido a que se necesita que los alumnos conozcan que sus profesores son practicantes de la disciplina, para ello, estas vinculaciones con proyectos complejos y reales, que se transmiten a la academia, donde se debe transitar en la entrega de conocimientos en la enseñanza-aprendizajes y así abrir caminos de especialización, preparando la inserción laboral futura, y no solamente quedar en la teoría de la enseñanza de la arquitectura como una disciplina más”.
“Por lo anterior, en una Facultad y Universidad de nuestra escala y perfil de alumnos, los profesores y directores de carrera deben estar fuertemente vinculados al medio en cada una de sus disciplinas, para que los alumnos se nutran de sus experiencias concretas y reales. Asimismo, que cuenten con una orientación de retribución a la sociedad con una responsabilidad social, técnica y civil de sus propuestas, que contribuyan a mejorar la calidad de vida y el entorno con sus proyectos e intervenciones, para que sean un aporte a la sociedad una vez egresados”.