El rol de la investigación es clave en el cumplimiento de la misión universitaria, dado que permite generar procesos reflexivos basados en métodos rigurosos provenientes de diferentes tradiciones ontológicas, epistemológicas, éticas y políticas para describir, analizar, cuestionar y criticar la realidad y, por tanto, el conocimiento ya existente, en virtud del desarrollo de saberes que posibilitan nuevos horizontes de las disciplinas. De esta manera, es posible comprender la investigación como un proceso transformativo y reflexivo que tributa al desarrollo de personas, grupos y comunidades, permitiendo avances científicos relevantes que aporten al país en diferentes niveles y en diferentes sectores.

Por otra parte, la investigación estimula en la comunidad académica una actitud crítica y reflexiva sobre su propia disciplina, favoreciendo el desarrollo de ideas inéditas y cuestionamientos conceptuales que puedan brindar nuevas orientaciones en la manera de construir conocimientos, lo cual se genera en un contexto institucional que permita la ejecución de estos procesos. En este sentido, la comunidad académica entrega las posibilidades para fortalecer una cultura de investigación al interior de la Universidad como un proceso continuo en constante desarrollo, en donde se deben involucrar los diferentes actores: directivos, académicos y estudiantes de pre y postgrado.