Columna de opinión
*El título original de la columna escrita por las académicas Carola Ubilla y Johanna Godoy es «Universidades Emprendedoras como agentes de responsabilidad social para potenciar el emprendimiento, la innovación y la transferencia de conocimiento en la era digital».
Debemos saber que el emprendimiento como concepto propiamente tal no logra unanimidad. Diversos autores manifiestan que existen actualmente tres enfoques sobre la empresarialidad (entrepreneurship) o la creación de empresas: desde las ciencias humanas, desde una tendencia economicista, y desde las ciencias de la gestión y la organización Kantis (2004).
Dado el enfoque enunciado el emprendedor se caracteriza, en primer lugar, por su necesidad de logros, planteando esto desde la teoría motivacional de McClelland (1961).
En nuestro país actualmente una gran cantidad de personas ha optado por realizar algún emprendimiento, esto debido a la pandemia y la inestabilidad socioeconómica.
Sin embargo, comenzar un emprendimiento va más allá de la valentía de quienes optan por esta opción ya que si bien ofrece una enorme oportunidad para obtener nuevos ingresos, también implica un riesgo económico para quien lo realiza.
Los emprendedores se deben enfrentar a un mundo nuevo, para el cual en gran parte de las ocasiones no están preparados. Dentro de las principales barreras podemos nombrar la educación financiera y el conocimiento del mercado.
Si les hablamos a los emprendedores de estudio de mercado, de análisis financiero, de propuesta de valor o de desarrollo de una estrategia de marketing para posicionar su producto en el mercado o del modelo de negocio que desean implementar es muy probable que se sientan confundidos.
La era digital además ha incorporado nuevos desafíos, el sistema de venta, marketing y de pago necesitan actualizarse constantemente, para ello es clave recibir una orientación que permita un desenvolvimiento eficiente y eficaz en un medio que cada día nos presenta nuevos desafíos.
Llegar a los emprendedores y proporcionarles conocimiento oportuno a quienes hoy lo necesitan involucra un esfuerzo través de instancias de intercambio de experiencias, talleres y capacitaciones a cargo de quienes conocen la materia y pueden construir círculos virtuosos que permitan la movilidad social y económica anhelada por tantas personas.
A nivel gubernamental se han implementado sistemas de apoyo financiero para las pymes. Estos nuevos instrumentos financieros buscan devolverle la confianza y autonomía a los pequeños empresarios para que cuenten con el acceso a los recursos que necesitan de una manera expedita, transparente y personalizada. Proceso donde es clave la digitalización y automatización de los procesos administrativos para facilitar el acceso en tiempo real a la información financiera valiosa para el negocio, sobre todo en la toma de decisiones.
La labor de las universidades emprendedoras
La labor de las universidades es clave para resolver este problema, mediante estrategias innovadoras de vinculación con el medio es posible generar instancias de transferencia de conocimientos y experiencias útiles para apoyar a los emprendedores.
Dada la necesidad de brindar apoyo a la comunidad y de interactuar con la misma por parte de las universidades es que surgió el concepto de “universidad emprendedora” el cual se hizo popular en Europa gracias al trabajo de Burton Clark (2018) titulado Creating Entrepreneurial Universities: Organizational Pathways of Transformation.
Según Clark (2004), las universidades emprendedoras se caracterizan particularmente por las oportunidades de comercialización de sus investigaciones, la generación de valor para las comunidades, la flexibilidad y capacidad de adaptación y la detección de oportunidades del mercado.
Las universidades emprendedoras integran una triada común respecto a las actividades de enseñanza, investigación y contribución al desarrollo socioeconómico de una nación.
En este aspecto la universidad debe potenciar todas aquellas actividades vinculadas con la generación, uso, aplicación y búsqueda de recursos para generar nuevos conocimientos y otras capacidades académicas. Esto permite avanzar hacia una consolidación de la universidad como una institución que se compromete con el entorno buscando satisfacer las necesidades colectivas que manifiesta la sociedad.
Una universidad que es emprendedora asume un rol como agente clave del desarrollo económico y social. La contribución en este aspecto recae en la innovación que nace producto de la investigación y la transferencia al mercado. Por ello es clave establecer una serie de indicadores o KPI que permitan a las universidades medir a través de diversos instrumentos el desempeño de las estrategias de vinculación con el entorno, además de determinar las diferencias en las acciones emprendedoras ejecutadas por las universidades.
La universidad se constituye como un elemento relevante para el desarrollo económico y movilidad social, por tanto, en sus metas de gestión se debe situar el apoyar la instalación de una cultura emprendedora.
La universidad emprendedora debe ser responsable de promover el cambio y la innovación sostenible como parte de la identidad de la institución. Esta cultura a su vez debe trascender a la universidad y llegar al entorno social propiciando oportunidades para el desarrollo del emprendimiento mediante la educación, innovación y el desarrollo de una cultura del emprendimiento en el país que promueva una equidad en cuanto a las oportunidades de instalación, desarrollo y éxito financiero de los emprendimientos.
Referencias Bibliográficas
- Clark, B. (2004). Delineating the Character of the Entrepreneurial University. Higher Education Policy, 355-370.
- Kantis, H. (2004). Desarrollo emprendedor. América Latina y la experiencia internacional. Nueva York: Edición del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
- McClelland, D. C. (1961). La sociedad de logros. Princeton, Nueva Jersey: Van Nostrand
Carola Ubilla Briones
Ingeniera Industrial
Ingeniera Comercial
Doctora (c) en Educación
Magister en Educación
Master en Gestión Empresarial MBA de la Universidad Federico Santa María.
Directora de Escuela de Administración
Johanna Godoy Cerda
Profesora de Inglés
Licenciada en Educación
Doctora (c) en Educación
Magister en Educación mención Curriculum y Evaluación
Magíster en Dirección y Liderazgo para la Gestión Educacional
Docente y Apoyo Académico
Facultad de Administración
Universidad UNIACC