Columna de opinión
Es evidente que la humanidad se enfrenta a grandes desafíos, lo que ha generado un sin número de propuestas con el fin de abordarlos significativamente bajo distintas perspectivas. Sobre todo, la relación que tienen las universidades con la sostenibilidad. Te puede interesar: ¿Cuáles son los valores institucionales de UNIACC?
Este hecho promueve el proceso de aprendizaje en cada integrante de la comunidad educativa. Asimismo, permite generar un cambio en la actitud, ya sea de forma individual o colectiva.
La sostenibilidad en el mundo
Los objetivos de desarrollo sostenible es quizás la propuesta más conocida, dado que constituyen un conjunto de prioridades mundiales que establece Naciones Unidas.
El desarrollo sostenible es definido por Naciones Unidas (ONU) como “la capacidad de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
En el año 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó la agenda 2030, la cual ha posicionado a la educación superior como un actor clave en la transición hacia el desarrollo sostenible (Leal Filho, 2011, UNESCO, 2022).
Esto ha robustecido con solidez la responsabilidad hacia los estudiantes y la comunidad (Naciones Unidas, 2015).
Esta agenda contiene un marco compuesto por 17 objetivos globales, 169 metas y 230 indicadores que permiten evaluar la evolución y progreso de cada objetivo.
Universidad y sostenibilidad
En este contexto las instituciones de educación superior (IES) o universidades muestran un claro compromiso para avanzar y dar cumplimiento a dicha agenda, adoptando la sostenibilidad como un valor central.
Actualmente existe un consenso sobre el rol de las universidades en relación a la viabilidad, tal como se transparenta en las más de treinta declaraciones internacionales, ratificadas, divulgadas y firmadas por dichas instituciones en las últimas tres décadas (Grindsted y Holm, 2015; Lozano et al., 2015).
En dicho rol los centros de educación deben ser transformadoras, repensando la enseñanza, los programas de investigación e incluso la llamada tercera misión.
Aquella facultad que logra avanzar en este plano, se beneficia sustancialmente en términos de mejora de la calidad (Fia et al., 2022), tal como indica el propósito mundial de educación (ODS4): Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos (Naciones Unidas, 2015).
En este avance, es importante generar un cambio de cultura organizacional, donde se busque realizar un abordaje institucional integral de la sostenibilidad en todos los ámbitos de la institución académica.
Aquellos establecimientos que desarrollan una cultura de conservación del medio ambiente a través de las diferentes actividades que se llevan a cabo en el campus, presentan resultados sustanciales.
Estos resultados, erigen un marco de gobernanza sólido, el cual debe estar centrado en aunar visiones que propicien diversas iniciativas articuladas a las políticas y planes estratégicos, con una visión holística respecto al compromiso de liderazgo, cultura de sostenibilidad y comunicación eficaz.
“La gobernanza de la sostenibilidad podría considerarse una parte evidente de los deberes de una universidad en la enseñanza, la investigación y la gestión del campus” (Bauer et al., 2018, p. 494).
Todo proceso que implica una transformación de la gobernanza, es una oportunidad para idear un conjunto de estrategias que permitan mitigar los desafíos y con ello establecer estructuras internas competentes y comprometidas con la sostenibilidad.
Es importante generar un cambio de cultura organizacional, donde se busque realizar un abordaje institucional integral de la sostenibilidad.
Aquellas que desarrollan una cultura de sostenibilidad a través de las diferentes actividades que se llevan a cabo en el campus, presentan resultados sustanciales.
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