«Para la Escuela Chilena de Biología, el lenguaje está entrelazado con las emociones»
«Y en el ser humano habría una emoción particular y distintiva que es el amor; que a su vez habría generado el lenguaje, que distingue al ser humano de los animales.».
Columna de opinión
¿Cuál es la biología de la sustentabilidad? Los principios y fundamentos de las vanguardias científicas filosóficas del “nuevo paradigma”; dentro de las cuales ocupa un lugar importante la “Escuela Chilena” de Biología, liderada por los científicos Humberto Maturana y Francisco Varela.
Sociedad del Conocimiento es uno de los nombres que se ocupan para referirse a la era contemporánea, donde se estaría produciendo una bajada a la cultura, la sociedad y la institucionalidad en general.
Esta institución, junto a otras, sería considerada uno de los principales referentes de la biología del nuevo paradigma, que contradice en las bases a la visión moderna de Darwin – paradigma de la competencia -.
Al colocar el amor, la solidaridad y la colaboración como bases y fundamentos del fenómeno humano, y por lo tanto el “sentido de la vida” de la especie; es decir, de estas tendencias biológicas se desprende una ética y una filosofía clara, y que se relaciona muy fuertemente con el concepto de Sustentabilidad que impulsara la ONU en la década de los 80.
La Organización de las Naciones Unidas o también conocida como ONU, propuso una nueva forma de ver el mundo para salvarlo del deterioro ambiental, social, cultural y político en el que se encontraba y se encuentra.
Biología de Maturana y Varela
Mientras, que para la Escuela Chilena de Biología, el lenguaje está entrelazado con las emociones, y en el ser humano habría una emoción particular y distintiva que es el amor; que a su vez habría generado el lenguaje, que distingue al ser humano de los animales.
Cuando hablamos de amor, no lo hacemos es el sentido de las novelas de caballería o del “amor romántico”, sino que a la explicación biológica, científica del amor; echando mano al proceso de hominización, donde la arqueología, en apoyo con otras ciencias, intenta explicar cómo pasamos de ser primates al ser humano que somos.
Primero que todo, los primates son uno de los animales más sociables del reino animal; sumado a que nuestra filogenia particular (homínida) posee características anatómicas especiales como los glúteos abultados, que son fundamentales para pararse en dos pies, separar las manos del piso y poder ocuparlas para hacer cosas (comienzo rudimentario del arte); azar biológico, casualidad en la deriva filogenética fue también que tuviésemos las manos que tenemos, con motricidad fina; no podríamos hacer arte si tuviésemos pezuñas, por ejemplo.
Pero las manos no nos sirven solo para hacer, sino que también para acariciar, son las manos mejor adaptadas en el universo conocido para ajustarse ergonómicamente al cuerpo del otro en la caricia.
Si nos cubrimos con pieles perdimos el bello de muchas partes del cuerpo; adquiriendo mayor sensibilidad en el contacto con el otro; y uno de los hitos más importantes de la hominización, fue la traslación del órgano reproductor de las hembras de una zona posterior a una más frontal, y de esta forma se produce el enfrentamiento de los rostros en el coito; circunstancia exclusiva también de la especie.
A este enfoque biológico se le denomina también la “Biología del amor”; porque en el fondo señala que el hombre, por un azar biológico, es el que está más adaptado y acondicionado para amar; y esto habría generado el lenguaje.
El espacio relacional que se forma, que tiene que ver con el afecto, hace que pasemos de una dimensión puramente instintiva – acción mecánica, reproductiva del coito – a otra donde genero un espacio afectivo con la pareja y compromete a los machos al cuidado de los hijos junto con las hembras, y a ocupar las manos para compartir alimentos y colaborarse en el trabajo y la caza; complejizando cada vez más la ya alta sociabilidad de los primates comunes; en formas cada vez más complejas como los clanes, las tribus y las civilizaciones contemporáneas.
Ahora ¿Cómo surge el lenguaje?; el hecho que los primates sean animales muy sociables, hace que tengamos muchos «actos comunicacionales», mucho más que los otros animales.
Un acto comunicacional en un perro por ejemplo es mover la cola, que significa que quiere jugar; y así tienen varios más; el ser humano también tiene estos actos básicos animales como las vocales; “aaaaahaaa”, puede usarse para expresar dolor; o agresividad para atacar o espantar a alguien, como hacen los karatecas por ejemplo casi de forma natural para liberar energía mientras golpean.
Sin embargo, con el lenguaje podemos usar palabras como “teatro”, donde está incluida la “a”, pero no como acto comunicacional simple animal (como primate), sino que incorporado en una palabra que hace referencia a algo muy distinto a nuestro instinto básico; lo que ya nos deja en la dimensión humana y cultural; todo esto gracias a la sociabilidad y amor primigenio.
El lenguaje es lo que nos hace «homo sapiens sapiens»; es decir, la especie que somos; de ahí que el nuevo paradigma de la biología pone al amor, la solidaridad y la colaboración como génesis del fenómeno humano, la naturaleza y sentido de su existencia.
No venimos al mundo a competir con nadie, sino que a colaborarnos y amarnos los unos a los otros; y según la Autopoiesis (Nombre técnico de la “Escuela Chilena”), amor es la «aceptación del otro como legítimo otro»; es decir, es el estado pleno de inclusión y de Sustentabilidad.
El Nuevo Paradigma de la Biología soporta o fundamenta muy bien el enfoque de la Sustentabilidad del Planeta.
Autor de la columna:
David Mejías Pastene
Académico asociado UNIACC, perteneciente a la Facultad de Administración.
Docente Tutor On Line. Periodista, Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Ucn); Magister en Educación Superior (Uniacc); Magister © Filosofía de las Ciencias (Usach). Ejerce la docencia también para la Escuela de Administración Pública y Ramos Transversales y Generales de UNIACC.