“Yo soy de un grupo de periodistas que eran buenos tituleros, ingeniosos, que buscaban siempre cierta relación con los hechos, pero que también le agregaban un poco de humor, de picardía, otras veces un poco de rabia (…) Eso hizo que los periodistas se pusieran buenos, obligados”, afirmó Alberto “Gato” Gamboa, Premio Nacional de Periodismo, con una trayectoria de décadas en la primera línea de la comunicación.
El periodista falleció el 11 de enero de 2019, a los 97 años. Conocido popularmente en el mundo de las comunicaciones como el “Gato” Gamboa, por el color de sus ojos y vistosos bigotes, fue director del diario Clarín, del periódico Fortín Mapocho, de Las Noticias de Última Hora, y subdirector de La Nación. Además, se desempeñó en medios como revista Ercilla, revista Estadio y La Gazeta, entre otros.
También fue uno de los fundadores del Círculo de Periodistas Deportivos y el Colegio de Periodistas de Chile, además del diario La Cuarta.
Algunos de los reconocimientos que obtuvo en su profesión fueron el Premio Nacional de Periodismo en 2017, el Premio Bicentenario de Periodismo de Chile en 2012, y el Premio a la Trayectoria Periodística, otorgado por el Colegio de Periodistas de Chile.
“En el periodismo, para cumplirlo bien, hay que estar interesado en todos los temas. Es cómo tú vives lo personal, pero también cómo enfrentas lo amplio. Si te gusta el periodismo (…) estai frito. Estás condenado a que te guste siempre”, había asegurado en una de sus últimas entrevistas.
Nacido el 16 de febrero de 1921, en Santiago, Gamboa estudió simultáneamente en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, y en el Instituto Pedagógico la carrera de Historia y Geografía. Abandonó la primera al tercer año “porque ya le había agarrado un poco el gusto a la cosa periodística (…) Mi profesor jefe en el Pedagógico era jefe de deportes de La Opinión y consideraba que yo era un gallo que escribía y que miraba más de la cuenta. Por eso nos llevó como a cuatro o cinco que sirviéramos de ayudantes en su cátedra”.
Gamboa se desempeñó como redactor deportivo en el diario La Última Hora, aunque su momento de mayor trascendencia profesional lo vivió cuando fue director de Clarín, periódico que existió entre el 21 de septiembre de 1954 hasta el 11 de septiembre de 1973, cuando fue cerrado por el golpe de Estado.
“Clarín fue un diario que se atrevió a titular con mucho desparpajo y con mucho ingenio (…) Nunca fuimos ofensivos, pero fuimos amplios. A la gente popular nosotros les abrimos las puertas (…) Eso fue uno de los trampolines más directos y más efectivos (…) Visualizó este fenómeno que no lo atendía nadie y lo pusimos en práctica con un exitazo”, aseguró en una de sus entrevistas.
En 1984, Gamboa publicó su relato “Un viaje por el infierno”, en el que narra su experiencia como detenido político a partir del 11 de septiembre de 1973. En el texto, afirmó que “He aprendido a golpes que el ser humano, en la adversidad, es mucho más generoso, mucho más valiente y mucho más solidario”.
Desprovisto de redes sociales y un tanto ajeno a los vaivenes de la profesión durante sus últimos años de vida, Gamboa expresó que “a mi juicio, trabajaban mejor los periodistas de antes, sentían más amor propio (…) Viví en una época en que esos periodistas abundaban, no había que enseñarles (…) nacían solos, eran más ingeniosos, según mi concepto”.
“Creo que viví el periodismo de forma visionaria, cariñosa, investigadora e intrusa, cosa que es muy valiosa”, remarcó.
El 11 de enero falleció Alberto Gamboa Soto. El “Gato Gamboa” sigue presente en sus titulares –como el mítico “¡Corrió solo y llegó segundo!”– y en el legado que la palabra escrita puede dejar en todos sus lectores.
Universidad UNIACC