Ricardo Guzmán Sanza, Ingeniero Comercial, exalumno de la Escuela de Psicología y hoy docente de la misma, publicó un artículo en SSRN, reconocido sitio web dedicado a la difusión mundial de investigaciones. El trabajo realizado por Guzmán realza el creciente rol de la psicología en la teoría económica, a partir del trabajo de Daniel Kahneman, psicólogo que recibió un premio Nobel, por haber integrado conocimientos de la investigación psicológica en la ciencia económica, especialmente en lo que tiene que ver con el juicio humano y la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre.
El docente de Psicología explica que Kahneman generó las bases de una nueva área de estudio dentro de la economía, que es lo que hoy se conoce como conducta económica o la economía conductual. “El gran aporte que hace y por eso él obtiene el premio Nobel, es demostrar los aportes que hace la psicología al entendimiento del fenómeno económico”, asegura.
Cuenta que encontró interesante hacer un artículo que explicara cómo se une la economía con la psicología. Bajo qué formas un profesional formado como psicólogo y postgraduado, lo cual no es menor en EEUU, obtiene el premio Nobel en un área que “normalmente resulta abstrusa para quienes nos desempeñamos en las ciencias sociales”, dice.
Una de las cosas que planteó Kahneman, es que las personas respondemos de manera muy diferente a las pérdidas que a las ganancias y curiosamente sentimos el dolor de una pérdida mucho más que el placer de una ganancia.
El docente, sostiene que hoy, más que nunca, esto nos hace mucho sentido, ya que estamos en medio de una pandemia mundial, donde el futuro es incierto y vivimos bajo una condición que no hemos vivido nunca. “No saber lo que va a pasar el día de mañana, tiene un efecto muy fuerte en nuestro comportamiento. Por primera vez, todos hemos sentido lo que es estar un paso más cerca de la muerte y eso nos está impactando y cambiando la forma de relacionarnos, cómo planificamos y cómo prevemos el futuro”.
“Estamos enfrentando el movernos y tomar decisiones diariamente bajo condiciones de incertidumbre que nunca se habían dado”. Un ejemplo concreto de esto es el acaparamiento que se vio en un principio, en supermercados y almacenes, donde muchas personas llevaban los carros llenos de papel higiénico y cloro. “La compulsividad por acaparar, forma parte de la aversión a perder, incluso bajo condiciones de incertidumbre”, afirma.
Te invitamos a leer la publicación de Guzmán, “Kahneman: Un Psicólogo Premio Nobel”, en este enlace.