Hoy en día nos enfrentamos a una pandemia a nivel mundial, la cual ha generado diversos cambios y costos en la economía global. El daño a la economía del País ha sido enorme, y, por ende, ha afectada a gran parte de las distintas industrias nacionales, y en particular a la Micro, pequeña y mediana empresa.
Por Claudio López Raposo, Director de la Escuela de Administración de UNIACC
Desde hace un par de años, hemos visto como el comercio electrónico ha ganado terreno en la forma de compra de los chilenos, transformándolo es el segundo país con mayor comercio electrónico en Latinoamérica.
De acuerdo con los estudios que emite la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), el crecimiento de ventas B2C en Chile, el año 2014 alcanzaba los 2.036 MMU$ y el año 2019, alcanzó los 6.000 MMU$ en ventas, lo que corrobora el fuerte aumento.
A su vez, la tendencia del eCommerce, se ha ido posicionado en las ventas minoristas, pasando de un 5,8% del total en 2018 a un 7,4% en 2019.
La pregunta es entonces, ¿las MiPyME han invertido en estos años en plataformas que le permitan subirse a este carro? Probablemente no.
Hoy en día en tiempos de pandemia, el uso de canales virtuales ha aumentado muchísimo, donde un 18% ha comprado on line por primera vez en los últimos dos meses, generando nuevas oportunidades de negocios.
El desafío de las Micro, Pequeñas y Medianas empresas es incorporarse a la brevedad a este mundo, el cual tiene enormes ventajas para ellas, y que sin lugar a duda, si lo hubiesen hecho antes, habrían estado más preparadas, para enfrentar la coyuntura que vive actualmente el País.
Es importante que las MiPyE estén dispuestas a invertir en dos ámbitos: por un lado, en la digitalización de la operación, por ejemplo, control de Stock, Inventarios, análisis de precios, entre otras; y por otro, en páginas web atractivas y simples para el cliente, con facilidad de información y que otorguen seguridad al realizar transacciones, no olvidando el desarrollo de Apps Móviles. A su vez, tan importante como la venta, es otorgar la postventa, muy valorado por los clientes, pensando que la idea es que cada compra sea una “experiencia” gratificante, y que a la postre, le permitirá ganar reputación y un branding de marca.
No debemos olvidar que un cliente satisfecho, es quien vuelve y además recomienda, por lo que mientras más seguidores y recomendaciones, será un punto clave para el negocio o marca, y será un factor clave para lograr la fidelización y nuevos clientes.
Actualmente muchas de estas empresas, ofrecen sus productos por Instagram o Facebook, por la masividad de ellos, pero se enfrenta al problema de no tener diversas opciones de pago, otorgando solo la transferencia o efectivo, por lo que es clave atreverse a explorar otras alternativas, que permita entregar una mejor experiencia de compra.
El desafío para la micro, pequeñas y medianas empresas está a su alcance, y es primordial para quienes están a la dirección de ellas, tengan la visión de atreverse a incorporar esta forma de venta, considerando que la pandemia, cambió el comportamiento de los consumidores.
AUTOR
Claudio López Raposo, Director Escuela de Administración, Universidad UNIACC – MBA – Máster en Dirección de Negocios Internacionales – Ingeniero en Negocios Internacionales.