El 7 de marzo, la artista fue una de las protagonistas en la inauguración del Teatro Regional del Biobío, en el papel de coreógrafa de 14 bailarines, en la obra “Llacolén”, dirigida por Cuti Aste.
“Toda creación es un aprendizaje enorme y una experiencia enriquecedora. En este caso, trabajar con (la actriz) Paula Barraza en la manipulación de dos grandes muñecos -que eran los personajes principales: Llacolén y el capitán- fue un tremendo aprendizaje. También con los músicos en vivo se genera una energía muy potente. Además, todo el contacto y transmisión corporal y sensorial de la interpretación, con los bailarines, es siempre una nueva experiencia, la que aporta a la madurez en la dirección de una obra”, remarca la docente de Danza y Coreografía de Universidad UNIACC, Paola Aste.
“Fue una invitación que recibí desde el director artístico de la idea original, Cuti Aste, el productor de la obra ‘Llacolén’, Francisco Olavarría, y la directora ejecutiva del Teatro Regional del Biobío, Francisca Peró. El Teatro se inauguró el 7 de marzo y estrenamos la programación el 9 de marzo. Es decir, fue una semana completa de actividades en torno a la inauguración del recinto”, explica la académica de primer y segundo año de la carrera en Universidad UNIACC.
Aste, nacida en Concepción, fue Premio Regional en Artes de la Danza, en 2011. En 2013, recibió la medalla al Sello Nacional de Excelencia en Danza, reconocimiento otorgado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. En 2003, el Servicio Nacional de la Mujer, Sernam, la distinguió como una de las mujeres destacadas de la VIII Región.
La artista detalla que “el montaje de ‘Llacolén’ fue realizado en 20 días. Fue un trabajo arduo y muy dedicado, con muchas horas de concentración entre los 14 bailarines -todos de Concepción- que, junto a los músicos, integramos esta obra. Todo el elenco es de Concepción, pero contamos con la dirección musical de Camilo Salinas y Cuti Aste, quienes también participaron junto a los músicos penquistas. Paula Barraza, actriz de la Compañía La Mona Ilustre, de Santiago, realizó la dirección escénica y yo la dirección coreográfica”.
“El diseño coreográfico se basaba en el guion y la dramaturgia de la obra. Era una historia entre Llacolén, hija de Galvarino, que se enamora del capitán español que deserta de la guerra. Se ven el conflicto de la conquista y el de la lucha de los mapuches, todo a través de una mirada artística, en que la selección musical y la creación de algunas piezas sirvieron de inspiración para la composición de la danza”, explica.
“Lo importante era lograr narrar la historia y que el público se sintiera partícipe del relato, lo que se logró completamente”, remarca Aste.
En 2017, la bailarina y coreógrafa fue doblemente distinguida en los Fondos de Cultura, Fondart, en su versión 2017: en la Línea de Centenario Violeta Parra, en Fondart Nacional, con la obra “Ay, de mi Violeta”, y en la Línea Creación Artística Regional, con “Volver”.
“Me encantaría que los grandes teatros en regiones contaran con su propia compañía de danza, de teatro, de música y de artes vivos, para dar trabajo a bailarines profesionales; y también para que se profesionalice la danza en regiones, permitiendo así desarrollar y difundir una identidad artística”, comparte.
Para Aste, es esencial “que los teatros se abran a la comunidad y a las necesidades que eso significa, para que logremos, como artistas, convocar al público que le gusta ir a ver espectáculos, funciones, obras, montajes, instalaciones de todas la disciplinas artísticas. También el Estado, junto a la empresa privada, debe distribuir democráticamente los recursos. Es importante que el Estado chileno se ocupe del arte en la educación, para que logremos comprender que una educación de calidad necesita arte”.
En enero de 2017, la carrera de Danza y Coreografía de Universidad UNIACC fue acreditada por cuatro años por la Agencia Acreditadora de Chile.
Imagen: cortesía de Paola Aste.
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