La reconocida periodista y conductora de noticias, Andrea Aristegui, fue la invitada central para la apertura del Año Académico de Periodismo. Entrevistada por la directora de la carrera, Constanza Hormazábal, y por los propios estudiantes de diferentes años de la escuela, la figura de Mega y Radio Infinita habló sobre su experiencia como corresponsal, su paso reporteando recientemente la guerra en Ucrania y los desafíos que implica ejercer el periodismo en la era de las noticias falsas o “fake news”.
En una conversación que se extendió por más de una hora, la que reunió a unos 80 estudiantes en el Auditorio de la Casa Central de la Universidad UNIACC, que también fue transmitida por streaming, y que contó con la presencia del Decano de Comunicaciones Juan Antonio Muñoz, Andrea Aristegui compartió enseñanzas y experiencias de sus 20 años de carrera, en que previamente fue conductora del noticiero central y editora Internacional de TVN, canal donde además condujo el programa político Estado Nacional. Además, le tocó cubrir importantes acontecimientos en el extranjero como elecciones presidenciales en los Estados Unidos, la asunción del Papa Francisco, el terremoto en Japón y ahora el drama de los refugiados que cruzaban la frontera hacia Polonia escapando de la invasión de Ucrania por parte de fuerzas militares rusas.
Sobre su visión de la guerra, dice que “no son solo tanques o aviones. La guerra es horror, sufrimiento y brutalidad”, agregando que el rol de los periodistas que se desempeñan como corresponsales de guerra es contar las historias de la gente que no tiene voz y que son víctimas de los conflictos armados. “Las coberturas en terreno son siempre complejas, ya sea hacerlas en el centro de Santiago o a nivel internacional. Hay dificultades a nivel logístico, como fue el terremoto en Japón u otras catástrofes naturales. Otras son dificultosas de conseguir fuentes, como pasa en La Haya. Hay otras donde no quieren que estés ahí, como pasa en Venezuela en donde me siguieron de los organismos de inteligencia. En la guerra se junta todo eso y más”, dice.
Sobre cómo se prepara para enfrentar un hecho tan dramático, señala que antes de viajar se imagina que historias quiere contar y con quién quiere hablar, pero antes de eso hay que resolver muchos problemas logísticos. “Además, tiene una emocionalidad en que no existe la frialdad, ya que es imposible no emocionarse cuando uno ve tanto sufrimiento humano”, afirma, desmitificando la visión que se tiene de los corresponsales de guerra como seres fríos, fanáticos de la adrenalina y el peligro, y poco empáticos.
Uno de los puntos centrales de la conversación fue el de la desinformación o fake news en redes sociales, algo que se acentuó en la guerra de Ucrania. De acuerdo a la invitada, “cuando se comenzaron a usar las redes sociales como forma de informarse había un exceso de optimismo de cómo se iba a democratizar la información. Sin embargo, lo que ha sucedido es lo contrario, ya que Twitter y otras rr.ss. han ampliado el sesgo y generado que se viva en burbujas informativas. Eso también ocurre en la guerra, donde la información es la primera víctima. Encontrar la verdad en un mar de desinformación es nuestro desafío como periodistas”.
A modo de enseñanza hacia los estudiantes de Periodismo, Andrea Aristegui dijo que, a pesar de la instauración de nuevas tecnologías de la información y comunicación, el ejercicio de la profesión no ha cambiado tanto, y que es obligación buscar fuentes creíbles, contrastarlas y dar con la mejor información posible. En ese sentido, afirma que siempre será mejor contar bien la noticia que tener el golpe, ya que la obligación de verificar la información es fundamental. “El periodista siempre debe dudar, y ver qué más hay. Se debe establecer quienes son buenas fuentes y dejar de tuitear, sino que volver a la calle y al terreno. Mientras uno tuitea hay un montón de cosas que están pasando afuera”.