Felipe Pizarro Ribot es publicista de Universidad UNIACC y actualmente el jefe de marketing digital de la unidad de cervezas de CCU (Compañía de Cervecerías Unidas).
Felipe supo que existía la publicidad después de que una prima le dijera que él debería estudiar eso. Cuando estaba en el colegio y habían obras de teatro se pegaban afiches en los pasillos y Felipe recuerda que “me cargaban que fueran tan feos. Entonces yo los diseñaba en PowerPoint muy arcaicamente”, nos cuenta.
Su prima le recomendó que estudiara en UNIACC porque “es la universidad de las comunicaciones y lo que tú vas a estudiar son comunicaciones, no sé qué”, recuerda y con eso comenzó una búsqueda por Google para conocer más de la Universidad y los docentes de la Escuela de Publicidad.
“Me empecé a dar cuenta que estaba Ana María Beltrán que en ese momento era la directora de carrera, Karin Beovic que obviamente ya no está con nosotros que es una genia del mundo publicitario, Jaime Atria, Vero Larraín, o sea había un montón de personas que las empecé a investigar y dije ‘¡wow, el equipo docente es muy fuerte!’ y sigo creyendo que la Escuela tiene un equipo docente muy fuerte”, nos cuenta Felipe y agrega: “Ana María Beltrán tiene una trayectoria increíble y cuando me entrevisté con ella me voló la cabeza y dije quiero estudiar acá”.
Felipe dice que una de las cosas que más le gustaba de la Universidad es que era “un mundo de comunicaciones, era un mundo de arte y se respiraba la comunicación”. Asimismo, menciona que esto lo ayudó a formarse como un comunicador más completo: “Tener todo este mundo más holístico de las comunicaciones entonces era muy integral, es muy integral poder tener ese lazo que al final uno como comunicador va aprendiendo. Entonces yo crecí pasando por mi Escuela viendo a las chicas bailando tap. Al final vivías arte, disfrutabas el arte y lo veías en el tema de la comunicación. Me fui formando en la universidad con todos estos roles y compañeros de otras facultades que al final te iban nutriendo”.
Feli, como le dicen sus amigos, recuerda a sus docentes de la Universidad: “Fueron profesores que me empujaron un montón como el hecho de la búsqueda de la excelencia creativa y a no conformarse, que eso creo que es súper importante y yo igual veo en mis compañeros de mi generación y amigos que tengo hoy en día que son personas que no se conforman”.
Pero recuerda con especial cariño a dos profesoras de UNIACC, Karin Beovic y Verónica Larraín. “Karin Beovic es la persona más importante respecto a publicidad”, sostiene y nos cuenta que la cita constantemente, con la frase “esto es publicidad, señores», cuando las cosas se ponen más difíciles y le entrega confianza: “Me encantaría seguir su legado. Hasta el día que esté grande y sea anciano voy a recordarla siempre y decir que Karin fue una de las grandes profesoras de mi vida y es así”.
Pizarro resalta entre las herramientas que han sido más útiles para su desarrollo profesional el acceso a cámaras y tecnologías que tenían en UNIACC, y cómo el arte y la comunicación traspasa las carreras en la Universidad. “Tener estos compañeros y poder mezclarme con otras ramas de comunicación y aprender también es genial. Los docentes que me tocaron en la escuela y que tienen una visión súper fuerte de la creatividad también es buena”, sostiene.
Uno de los grandes desafíos profesionales, y también una instancia de mucho crecimiento, al que se enfrentó Felipe Pizarro fue su estadía en Buenos Aires. “Mi mayor desafío profesional fue adaptarme a otra cultura y a otra industria. Cuando fui a vivir a Argentina y tener que entender sus códigos, entender su forma de hablar, hablar diferente porque no me entendían si hablaba rápido, fue uno de los grandes desafíos cómo poder encarar el tema de un cambio de cultura”.
Después del cambio de Gobierno, del primer gobierno de Sebastián Piñera al segundo de Michelle Bachelet, despidieron a Pizarro. “Quede sin pega un mes y medio casi dos y mire y dije ‘no tengo nada que hacer acá’. Me habían ofrecido trabajo en algunas agencias, pero no quería quedarme en el status quo de la agencia, en el sentido de que tenía mucha hambre a los 25 años. Quería ir por más y dije ‘Ok, no tengo nada que perder acá y no tengo nada que ganar acá’. Vendí mis cosas, vendí mi auto y me fui”, nos relata y argumenta: “¿Por qué me fui? Porque tenía hambre y quería aprender de los argentinos, de la creatividad argentina. En ese momento, eran los mejores. En la zona el mundo creativo estaba entre Argentina y Brasil esos años”.
Sobre su llegada a CCU, nos confiesa: “De partida, yo no sabía qué era CCU hasta que encontré CCU, o sea no voy a mentir y decir que toda mi vida soñé con trabajar aquí, porque no es así”.
“Pero ahora que estoy dentro y gracias a muchas personas que hacen que yo ame mi trabajo, puedo decir amo mi trabajo, amo lo que soy y amo ser publicista entremedio de ingenieros”, sostiene y agrega: “Las personas que trabajan ahí son personas increíbles son profesionales excelentes y también por supuesto mi jefe que es el gerente de marketing de cervezas es una persona muy inteligente muy sagaz, te hace cuestionarte”.
“Amo CCU no por la marca sino porque puedo ser quien soy como publicista, como comunicador, como profesional, pero sobretodo como persona con mi forma de ser”, concluye.
Felipe Pizarro nos cuenta que “hay una crisis publicitaria muy fuerte en cuanto a creatividad, a procesos, a personas, ambientes laborales que me tiene muy preocupado”. Asimismo, agrega: “El ambiente publicitario es súper hostil y es absurdo aprovechar tu situación de liderazgo para ser violento o cometer diferentes tipos de acoso”.
“Está complejo el mundo de las agencias de publicidad y tengo pánico de las nuevas generaciones que les apaguen esos focos creativos que los profes soplan”, comenta Pizarro.
“El mundo publicitario no es fácil, afuera la van a pasar mal de repente, pero confíen en ustedes y tengan esas fuerzas, no pierdan sus sueños y no dejen que una persona, que probablemente no ha luchado con sus demonios, les apague el fuego y creo que eso es súper importante”, sostiene. «A veces creemos que el éxito se logra como por arte de magia o hacer ciertas cosas que te pueden generar el éxito en si o que te vaya bien dejando el eufemismo del éxito. Pero para que te vaya bien o llegar a un lugar o alcanzar una posición o un estatus para poder llegar a eso hay que trabajar, hay que sacrificarse, hay que esforzarse, hay que empujar, hay que renunciar a cosas y hay que tener la valentía de enfrentarte a tus propios miedos y poder salir adelante”, reflexiona.
Foto: Marcelo Segura